Todo en la vida pasa
Todo en la vida pasa, hasta la vida misma pasa. Desde muy joven he visto a la vida azotarme con distintas formas de látigo. Al mismo tiempo he escuchado a mi madre decir: No te preocupes hija, todo en la vida pasa, hasta la vida misma, pasa . Frase que no entendí hasta que cientos de veces vi todo pasar. Pasó aquel noviazgo sin frutos que tuve, pasó la tristeza de sentirme abandonada, pasó el dolor de tener un padre abusivo y de palabras duras, el dolor de una muela . Así como también pasaron los momentos de felicidad, ese momento cuando nació mi primera hija, pasó a ser un recuerdo, esa sensación del primer beso, la satisfacción del primer trabajo por el que te pagan bien. Pasaron los momentos de embriaguez, de baile, de fiesta, para darle paso a los momentos de resaca, de dolor de cabeza, los cuales también pasaron. Pasaron los momentos dolorosos del periodo menstrual, pasaron los momentos de deseo sexual. Pero, el frescor de la juventud, y muchas otras veces la inmadurez,